viernes, 9 de abril de 2010

Conservación de los huevos


Disuélvase goma laca en una cantidad regular de alcohol a fin de obtener un barniz ligero; dése de este barniz una capa a cada huevo y cuando estén bien secos, métanse en serrín o salvado, procurando colocarlos con la punta gruesa para arriba. Cuando se quieran emplear, quítese el barniz con alcohol y se encontrarán en el mismo estado que se empaquetaron, es decir, en perfecto estado de conservación para el alimento y para la incubación. Este método es el mejor que se ha inventado hasta el día.
Notas:
Me encanta esto. Sé que no es una receta, pero hasta la Marquesa de Parabere se molesta en decir cómo limpiar la plata. Este consejo culinario resuelve aclara una de mis dudas existenciales de cómo era la vida cuando no había frigoríficos y las despensas eran habitaciones donde esconderse a comer galletas con un ojo puesto en las aberturas de la celosía de la puerta.
Ni que decir tiene que no pienso dedicarme a barnizar huevos: no hay necesidad. Bueno, quizá sí. Igual experimento con uno, aunque lo meta en el frigorífico después, para ver si se mantiene más fresco que los demás. Y quien dice goma laca dice cola blanca, el tema es eliminar la porosidad de la cáscara.
Una duda que me surje ahora es si los huevos cocidos que venden en el supermercado estarán pintados sólo para distinguirlos de los frescos o también para tapar los poros de la cáscara y que así se tengan más tiempo, porque lo cierto es que tienen fechas de caducidad muy larga.
Por último, me encanta la frase de que éste es el mejor método de conservación de los huevos que se ha inventado "hasta el día". Ahora me ha entrado una tremenda curiosidad sobre cuálean sido los métodos precedentes. Habrá que seguir investigando.

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